Es difícil creer que el otoño ha llegado, las hojas caen y los días se acortan, hace nada disfrutábamos del calor y el sol de la primavera.

En el interiorismo, las nuevas tendencias van y vienen, pero la verdad es que más que adoptar una moda, queremos un espacio vivo, que satisfaga las necesidades del momento.

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Esta temporada, el objetivo principal es crear un espacio cálido y acogedor.

No podemos olvidar que seguimos en un proceso de sanación, después de un periodo traumático de incertidumbre y aislamiento. 

Antes de la pandemia vimos una fuerte tendencia de un minimalismo demasiado unidimensional, diseños donde todo era blanco: muebles blancos, paredes blancas, detalles blancos, demasiada austeridad.

Después de pasar meses encerrados en espacios así, no es de extrañar el anhelo por espacios cálidos y acogedores.

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Minimalismo cálido

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Este otoño veremos el auge del minimalismo cálido, una tendencia que combina las líneas limpias y las formas sencillas del minimalismo con tonos cálidos y terrosos, especialmente el café. 

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El café es un color base, estabilizador. Evoca una sensación de seguridad y protección, quizá sea porque nos recuerda a la propia tierra, o porque evoca la sensación de estar rodeado de naturaleza, por eso es tan cálido y reconfortante. 

El café y sus variaciones se han convertido en un nuevo neutro, uno con más profundidad y alma. Su uso no solo se limita a los colores de la pintura y a los muebles de gran tamaño. Estos tonos terrosos también aparecen en cojines, alfombras y lámparas.

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El café añade interés visual y profundidad, tiene la increíble capacidad de hacer que un espacio se sienta sofisticado y relajado al mismo tiempo. Desde los intensos chocolates hasta los elegantes caramelos, es un color versátil que puede utilizarse para crear una variedad de estados de ánimo y atmósferas, desde cálidas y acogedoras hasta sofisticadas y elegantes. 

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Otro de mis colores favoritos para esta temporada de frío es el verde oliva. Cuando se utiliza con blancos cálidos y neutros suaves, puede convertirse en un verdadero statement y aportar calidez a la habitación, me encanta cómo puede cambiar según la luz y la hora del día. 

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Otros tonos terrosos como el terracota y el ocre aumentan el factor de comodidad. Y cuando se combinan con otros elementos acogedores, como una chimenea, frazadas suaves y muebles cómodos, invita a acurrucarse en el sillón con un buen libro y una taza de chocolate caliente.

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Piensa en un sofá en un tono terracota brillante como punto focal y cojines con diferentes texturas y patrones para hacerlo más interesante. También podemos usar estos colores en una alfombra, las alfombras ayudan a definir un espacio y a canalizar un ambiente relajado y habitable. 

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Rojos, naranjas y amarillos intensos, tonos joya como el rubí, el zafiro y el esmeralda. No solo ayudarán a crear una atmósfera acogedora, sino que también enlazan con los colores naturales de la estación. Combinados con texturas como la lana y el terciopelo, y materiales como la madera natural y el cuero, se logra a la vez un look elegante y moderno.  

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Tip AMATES

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Para añadir calidez extra, cambia las flores de verano por hojas secas. Por ejemplo, en lugar de un brillante ramo de girasoles, prueba a añadir un jarrón con hojas de eucalipto a la mesa de centro. O sustituye tus plantas verdes habituales por unos tallos secos. 

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Otra forma relativamente sencilla de aportar calidez es colocar bombillas que emitan luz amarilla en lugar de luz blanca, esto ayudará a calentar la habitación.

Si creas un espacio visual y físicamente acogedor, podrás disfrutar aún más la temporada de frio y las celebraciones con los que amas. 

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